El arroz marcó la diferencia cultural y psicológica entre norte y sur de China

Cultivo de arroz en China
Cultivo de arroz en China / markus raab

MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

   Las diferencias psicológicas entre la población del norte y sur de China que reflejan las divergencias entre una cultura orientada a la comunidad presente en el Este de Asia y un mundo occidental más individualista parecen haber surgido porque el sur de China ha crecido a base de arroz durante miles de años mientras que el norte se ha desarrollado a base de cultivar trigo, según concluye un nuevo estudio.

   "Es fácil pensar en China como una sola cultura, pero nos dimos cuenta de que China tiene culturas psicológicas muy diferentes entre el norte y el sur y que la historia del sur de China sobre cultivo de arroz puede explicar por qué la gente allí es más interdependiente que las personas del norte que han crecido con la cultura de cultivo de trigo", explica el autor principal del trabajo, Thomas Talhelm, estudiante de psicología cultural en de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, que lo llamó la "teoría del arroz".

   Talhelm y los coautores de las universidades de China y Michigan, Estados Unidos, proponen en un artículo que se publica este viernes en la revista 'Science', que los métodos de cultivo cooperativo de arroz, común en el sur de China durante generaciones, hacen que la cultura de esa región sea interdependiente, mientras que las personas en el norte que cultivan trigo son más individualistas.

   "Los datos sugieren que los legados de la agricultura continúan afectando a las personas en el mundo moderno --afirma Talhelm--. El resultado ha sido dos psicologías culturales distintas que reflejan las diferencias entre el Este de Asia y el Oeste". Según Talhelm, los chinos han sido conscientes de las diferencias culturales entre las zonas del norte y el sur, separadas por el río Yangtze, el más grande de China, que fluye de oeste a este a través del vasto país.

   Se cree que las personas del norte son más agresivas e independientes, mientras que las del sur se consideran más cooperativas e interdependientes. "A veces, esto se ha atribuido a diferentes climas, más cálido en el sur y más frío en el norte, que sin duda afectan a la agricultura, pero parece estar más relacionado con lo que los chinos han estado cultivando durante miles de años", insiste Talhelm.

   Este experto señala que el cultivo de arroz es muy laborioso, que requiere alrededor dos veces el número de horas desde la siembra hasta la cosecha que necesita el trigo y que, como la mayor parte del arroz se cultiva en tierras de regadío, es relevante el intercambio de agua y la construcción de diques y canales que constantemente requieren mantenimiento, por lo que los arroceros deben trabajar en comunicdad para desarrollar y mantener una infraestructura de la que todos dependen. Esto, argumenta Talhelm, ha llevado a una cultura interdependiente en la región sur.

   Por otro lado, el trigo se cultiva en tierra firme, confiando en la lluvia para su riego, de forma que los agricultores pueden depender más de sí mismos, lo que lleva más a una forma de pensar independiente que impregna la cultura del norte de China. Talhelm desarrolló su teoría del arroz después de haber vivido en China durante cuatro años, llegando al país en 2007 como profesor de inglés en una escuela de secundaria en Guangzhou, en el sur, y trasladándose un año después a Pekín, en el norte, donde vio que la gente era más extrovertida e individualista que en el sur.

   Tras su regreso a Estados Unidos, descubrió que el río Yangtze fue un importante divisor cultural en China. "Me enteré de que el río Yangtze ayudó a dividir los dialectos en China y pronto comprendí que también fragmenta más o menos el cultivo de arroz y el cultivo de trigo", dijo. Por ello, trabajó junto con sus colegas chinos realizando estudios psicológicos sobre la forma de pensar de 1.162 estudiantes universitarios chinos de la etnia Han en el norte y sur y en los condados en las fronteras de la división de arroz-trigo.

   Los científicos encontraron que los chinos del norte eran más individualistas y analíticos, más similares a los occidentales, mientras que los sureños eran interdependientes, de pensamiento holístico y muy leales a sus amigos, como han demostrado las pruebas psicológicas de otras zonas del este asiático en las que el cultivo de arroz es común, como Japón y Corea.

   El estudio se realizó en seis ciudades chinas: Pekín, en el norte; Fujian, en el sureste; Guangdong, en el sur; Yunnan, en el suroeste; Sichuan, en el centro-oeste; y Liaoning, en el noreste. Talhelm dijo que uno de los hallazgos más sorprendentes fue que los condados en la frontera norte-sur, a cada lado del río Yangtze, exhiben las mismas características psicológicas del norte y del sur que zonas mucho más alejadas hacia el norte y el sur.

   "Creo que la teoría del arroz ayuda a comprender mejor por qué las regiones arroceras del este de Asia son menos individualistas que el mundo occidental o el norte de China, a pesar de su riqueza y modernización", subraya Talhelm, quien espera completar su doctorado el próximo año.

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