Las restricciones por la pandemia derivan en 228.000 muertes más de niños en el sur de Asia

Niños junto a un templo de Nepal
Niños junto a un templo de Nepal - Skanda Gautam/ZUMA Wire/dpa
Publicado: miércoles, 17 marzo 2021 11:41

MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El recorte en el acceso a los servicios públicos de salud más básicos por la COVID-19 estarían detrás de un repunte de las cifras de mortalidad infantil en el sur de Asia, según un informe de Naciones Unidas, que estima que en 2020 perdieron la vida 228.000 niños más y que cabe esperar unos 11.000 fallecimientos más de mujeres embarazadas.

La región acumulaba unos 11 millones de casos de COVID-19 a finales del año pasado y, en un intento por contener la pandemia, las autoridades de todos los países adoptaron restricciones que se tradujeron en un menor acceso a atención médica o en la suspensión de programas como los de nutrición.

Un informe del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) cita como ejemplo la caída del 80 por ciento en el número de niños tratados por desnutrición aguda severa en Nepal y Bangladesh, así como un descenso en las campañas de vacunación en Pakistán e India.

El director de UNICEF para la región, George Laryea-Adjei, ha advertido de que "la caída de estos servicios críticos ha tenido un impacto devastador para la salud y la nutrición de las familias más pobres", por lo que ha considerado "absolutamente vital" que se reanuden y que "se haga todo lo posible para garantizar que la gente puede usarlos de forma segura".

En esta misma línea, la responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el sur de Asia, Poonam Khetrapal Singh, ha señalado que "mantener servicios básicos esenciales es un pilar importante de la estrategia de respuesta de la OMS ante la COVID-19", ante el temor de que puedan aumentar enfermedades que en circunstancias normales serían prevenibles.

EDUCACIÓN Y EMBARAZO

Unos 420 millones de niños siguen sin ir a clase por el cierre de las escuelas y, según la ONU, es probable que 4,5 millones de niñas nunca regresen, lo que las expone a un riesgo particular en materia de salud sexual y reproductiva.

El responsable de la UNFPA en el sur de Asia, Bjorn Andersson, anticopa "3,5 millones de embarazos no deseados" y "un aumento de las muertes maternas y neonatales".

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