Saint Rémy de Provence, el escondite de Carolina de Mónaco

Casa tíìpica.
EP
Actualizado: jueves, 1 octubre 2009 13:00

Por Javier Carrión

A lavanda, hierbaluisa y romero. Así huele y envuelve al viajero Saint Rémy, una de las "joyas" de la Provenza francesa, encerrada en su vieja muralla que antaño estuvo protegida por un foso. Los romanos la descubrieron hace tres mil años levantando Glanum, una de las villas más lujosas del Imperio junto al Mediterráneo, y Carolina de Mónaco la convirtió en su "refugio secreto" para huir de los paparazzis en el siglo XX.

En una de las calles más modestas de Saint Rémy de Provence nació hace quinientos años Nostradamus, el famoso médico visionario, pero a esta villa francesa se le ha vinculado más recientemente con Vincent Van Gogh y Carolina de Mónaco. Al maestro holandés, ya que tras cortarse su famosa oreja estuvo ingresado durante un año y medio en el Sanatorio de Saint-Paul-le-Mausolé, coincidiendo con un periodo extremadamente productivo como pintor -aquí plasmó 150 cuadros- y a Carolina de Mónaco, pues la hija mayor del príncipe Rainiero la eligió, primero, como su lugar de descanso en los veranos -sus vestidos frescos lograron una gran popularidad- y, más tarde, como residencia fija durante dos años en los que vivió con sus hijos.

Todavía hoy Carolina de Mónaco y su marido Ernesto de Hannover siguen desplazándose todos lo veranos a una de las villas de los alrededores de este tranquilo pueblecito de 10.000 habitantes, situado al pie de los Alpilles de Baux y Los Alpilles d'Eygalières, una cadena montañosa conocida como "Los Alpecitos". Aquí encuentran la ansiada tranquilidad, lujosas boutiques, herbolarios sorprendentes y, sobre todo, un paisaje embaucador.

Los romanos se dieron cuenta de la estratégica posición de Saint Rémy y levantaron, junto a la Vía Domitia que unía Roma con Hispania, una villa hoy dividida por la carretera. A un lado destaca Les Antiques con su magnífico arco de triunfo de la época de Augusto y su elegante mausoleo, el mejor conservado de la civilización romana; al otro, se extiende Glanum, en realidad, una sexta parte de lo que debió ser esta ciudad amurallada y repleta de termas, pues el resto del conjunto sigue enterrado.

Van Gogh también pintó en este lugar elegido, retratando por ejemplo las originales montañas que se ven en el horizonte, cuando se desconocía la existencia del yacimiento arqueológico (este se produjo en 1921). El artista holandés paseaba por este paraje repleto de olivos, siempre acompañado por un vigilante. Esta era una de las pocas concesiones que le ofrecían en el sanatorio de Saint-Paul-le-Mausolé, situado en un antiguo monasterio para asistir a un centenar de enfermos psiquiátricos, a solo unos quinientos metros de Glanum.

Un año, entre el 8 de mayo de 1889 y el 16 de mayo de 1890, permaneció el genio de "Los Girasoles" en este manicomio que todavía desprende hoy una atmósfera encantadora con su bello y florido claustro y su jardín decorado con lavandas. Doce meses de gran intensidad con un Van Gogh que ingresó con un claro diagnóstico: epilepsia, tumor cerebral, depresión y síntomas de alcoholismo. Van Gogh se integró, sin embargo, bien con el resto de los enfermos y creó su propio taller lo que le permitió plasmar algunos de sus mejores lienzos: "La noche estrellada", "Campo de olivos", "Autorretrato"*

Hoy en este sanatorio, que aloja a doscientos enfermos -todos son mujeres- se puede visitar la habitación del genio holandés, una modesta estancia con una cama de hierro pintada de verde, dos sillas, una mesa y una ventana desde la que se divisan los campos floridos y la tapia del jardín que tantas veces recreó Van Gogh en sus piezas. Previamente, el visitante debe atravesar un precioso claustro que hoy exhibe en sus paredes obras de los enfermos, algunas sorprendentes y estremecedoras, como homenaje al pintor.

Antes de abandonar Saint Rémy en dirección a Arlés o a Avignon, dos ciudades históricas muy próximas, vale la pena pasear por las callejuelas, decoradas con fuentes y bulevares sombreados por plátanos en el pueblo. Su monumento principal es la colegiata de Saint Martin, aunque también cuenta con dos museos, el arqueológico en el Hotel de Sade y el museo etnográfico de Alpilles, y un Centro dedicado a Van Gogh en el Hotel Estrine que expone temas y reproducciones relacionados con su obra pictórica.

Guía práctica

Cómo llegar

La compañía Air Nostrum opera diariamente con Marsella desde Madrid y Barcelona. Inf.: www.iberia.com

Para dormir:

Hotel Les Ateliers de L'Image. 36 Bd Victor Hugo. Tel: 33 04 90 92 51 50. www.hotelphoto.com

Para comer:

Restaurant Mistral Gourmand.

12 Av. Durand Maillane (route des Baux). Tel: 33 04 90 92 14 65.

Chocolates:

Joël Durand. Chocolatier. Una original carta de chocolates con todo tipo de sabores reunidos alfabéticamente que triunfa en todo el mundo. 3 Boulevard Victor Hugo Tel: 33 04 90 92 38 25. www.chocolat-durand.com

Más información: Oficina de turismo. Place Jean Jaurès.St. Rémy. Tel: 33 04 90 92 05 22 / www.saintremy-de-provence.com

Claustro de Saint Paul. Chemin Saint-Paul Tel: 33 04 90 92 77 00.

Sitio Arqueológico de Glanum. Av. Vincent Van Gogh. Tel: 33 04 90 92 23 79.