La policía aún ignora cómo los implicados en el crimen de la Plaza Circular entraron en casa

La delegada, el subdelegado y mandos policiales comparecen para facilitar los detalles de la detención de los presuntos autores del crimen de la Circular.
La delegada, el subdelegado y mandos policiales comparecen para facilitar los detalles de la detención de los presuntos autores del crimen de la Circular. - EUROPA PRESS.
Actualizado: miércoles, 22 enero 2020 16:00

La identificación de una Renault Scenic en las inmediaciones del escenario fue clave para el esclarecimiento de los hechos

VALLADOLID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional no ha despejado aún la incógnita respecto de cómo los siete presuntos implicados en el denominado crimen de la Plaza Circular de Valladolid, donde una septuagenaria falleció tras sufrir un robo en su vivienda, lograron entrar en el domicilio de la víctima en el que pretendían hacerse con un botín de más de 200.000 euros que la fallecida guardaba en una caja fuerte.

Aunque uno de los detenidos ha asegurado que entraron con una llave, los investigadores persisten en sus dudas de que tal afirmación sea cierta y también descartan que la víctima abriera 'motu proprio' la puerta de su casa debido a las fuertes medidas de autoprotección que ella había puesto en práctica a raíz de otro intento de robo sufrido en 2011, tal y como ha explicado este miércoles el jefe superior de la Policía Nacional en Castilla y León, Juan José Campesino.

El mando policial, junto con la delegada del Gobierno, Mercedes Martín; el subdelegado, Emilio Álvarez, y el comisario provincial, Luis Gibert, ha comparecido ante los medios para dar a conocer los detalles de la 'Operación Mariya' saldada con la detención de los siete supuestos implicados, seis de ellos de nacionalidad búlgara y un español, propietario de una clínica dental en el barrio de Pajarillos y presunto "autor intelectual" del robo.

Tanto Mercedes Martín como Campesino han subrayado el concienzudo y pormenorizado trabajo que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta(UDEV) ha desplegado a lo largo de los últimos meses desde que el 18 de octubre de 2018 la víctima, María Aguña, de 74 años, fuera hallada muerta en el pasillo de su vivienda, en el número 9 de la Plaza Circular, "amordazada con cinta plástica y con distintos golpes por el cuerpo", ha apostillado la delegada.

De hecho, Martín, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha desvelado que la identificación de los presuntos autores se produjo hace ya año y medio y tuvo como elemento "clave" la localización de un turismo Renault Scenic que el día de los hechos, el 17 de octubre de 2018, fue captado por las cámaras de seguridad de la plaza pasando en tres momentos distintos y que fue aparcado en la calle Pérez Galdós, muy próxima a la vivienda de la anciana.

Lo que sí han subrayado la delegada y el jefe superior es que la tarea no fue fácil ya que fue necesario visionar miles de vehículos y seguir la pista al referido modelo, y ello con la colaboración de la firma del rombo y Tráfico en cuanto a los vehículos de las mismas características matriculados en Valladolid y cuyos propietarios residieran en la capital, además de cotejar con la ORA aquellos que el día de autos pudieran haber estacionado en la plaza y aledaños.

Se descubrió así que el turismo en cuestión pertenecía a un ciudadano español, el 'autor intelectual' y titular de un clínica dental en Pajarillos, pero cuyo seguro estaba a nombre de un ciudadano búlgaro, familiar del conductor, de la misma nacionalidad, que lo pilotaba y en el que acudieron los implicados hasta el domicilio de la fallecida.

Tres de ellos entraron en la vivienda y protagonizaron el robo entre las 13.00 y las 13.15 horas, otros dos estuvieron en las inmediaciones en funciones de vigilancia, un sexto les esperaba al volante del coche y el empresario español se hallaba también no muy lejos controlando la operación, siempre según la policía.

Lo llamativo del caso es que los autores materiales del robo no consiguieron que la anciana les entregara la llave de la caja fuerte donde ocultaba un total de 223.000 euros--la policía desconoce si se trata de dinero lícito o ilícito--y tuvieron que salir de forma precipitada del inmueble, dejando maniatada a la moradora, cuando un quiosquero llamó al portero automático del piso para hacer una entrega.

El cuerpo sin vida de la septuagenaria fue descubierto al día siguiente cuando un hijo de la fallecida, al no cogerle ésta el teléfono, dio la voz de alarma a la policía.

En el registro del inmueble, los agentes de la UDEF comprobaron que ninguna de las dos puertas de la vivienda había sido forzada y sospecharon de que todo apuntaba a un robo, ya que aparecieron muchas ropas tiradas por el suelo y removidos todos los cajones.

Sin embargo, la caja fuerte, posteriormente abierta por los funcionarios, guardaba 223.000 euros que los 'cacos' no habían podido llevarse y que suponía el verdadero objetivo de éstos.

Los tres autores, que finalmente se llevaron unas pocas joyas y algo de dinero, no sólo no dieron con la llave de la caja de caudales, que los policías localizaron en el bolsillo de una chaqueta, sino tampoco con otros 76.200 euros que la anciana guardaba en otros lugares de la vivienda.

DESCARTADA LA IMPLICACIÓN DEL HIJO

La policía reconoce la existencia de incógnitas aún por despejar, como el método con el que los ladrones entraron en la casa y quien les pasó información sobre el botín, lo que le lleva a no dar por cerrada la operación, aunque el jefe superior descarta ya a priori la implicación del hijo de la víctima, pese a la relación de éste con el 'autor intelectual' del robo posiblemente como cliente de la clínica dental.

El mando policial ha desvelado también, entre otras "pruebas solidas" sobre su incriminación, la existencia de la huella dactilar de uno de los tres asaltantes en una caja de cartón en la que pretendían portar el dinero que preveían hallar en la caja de caudales.

Pese a que los siete llevan identificados hace más de año y medio, su detención se activó finalmente cuando uno de ellos, de nacionalidad búlgara y afincado en Valencia de Don Juan (León), desapareció sin dejar rastro tras recibir una notificación judicial para que se personara en el juzgado al existir contra él una orden europea de detención por un robo en su país de origen.

Tal circunstancia precipitó los acontencimientos y obligaron a la policía a agiliar las detenciones, uno de ellos en Cangas de Onís (Asturias) y cuatro en Valladolid, entre ellos el español. Un sexto, el conductor del vehículo, se entregó a posteriori de forma voluntaria y el séptimo ha sido detenido hace unos días en República Checa, país del que se espera lograr su extradición para que responda por los presentes hechos.

Se trata de siete varones con edades comprendidas entre los 25 y 41 años, seis de ellos con antecedentes penales por estafa, robo con violencia, detención ilegal, si bien el jefe superior ha puntualizado que el que cuenta con más historial delictivo es el español, en concreto falsedad documental y robo con violencia.

En la actualidad, cinco de ellos se encuentran en prisión, uno en libertad provisional y el séptimo está pendiente de extradición. Se les imputan delitos de homicidio, robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal.

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